Es muy cierto que todos nosotros en muchas o pocas etapas de nuestras vidas hemos experimentado sentimientos de profunda tristeza, de frustración, de melancolía, decepción, depresiones; en fin, como bien lo dice el refrán: No todo es color de rosa.
Pues bien, el autor de este libro Automotivación- Claves para disfrutar del trabajo y de la vida, con ilusión y entusiasmo, el señor Antonio Valls demuestra en su obra, cómo es que los seres humanos nos encerramos muchas veces en un círculo vicioso de decepciones que no nos permiten ver más allá de nuestras propias narices y pensar en solamente lo desdichados que somos por uno u otro motivo.
Pero no únicamente esto, Antonio Valls -en esta magnífica obra-, nos enseña que con un poco más que nuestra fuerza de voluntad, un poco más de autoconocimiento y determinación podemos sobresalir, superar ese estado de inercia que nos impide sentirnos completamente satisfechos con todo lo que hacemos, somos y todo lo que nos rodea. Es decir, sentirnos motivados tanto en nuestra vida profesional como en la vida personal.
¿Por que aprender a vivir felices es un arte?
Según la Real Academia de la Lengua Española, arte se define como: Virtud, disposición y habilidad para hacer algo, y con base a esto es que he decidido dar nombre a este artículo, puesto que la felicidad al fin y al cabo no es un lugar al que uno llega, sino una manera de hacer el camino y si el arte es una virtud o una disposición que nos induce hacer las cosas, pues a mi criterio, construir nuestro camino hacia la satisfacción personal por medio de la felicidad, es un arte que se aprende con vigor, con entusiasmo y con perseverancia por medio de la motivación que le da sentido a lo que hacemos.
Nuestro guion de vida afecta nuestra satisfacción futura.
Debo decir que este libro Automotivación-Claves para disfrutar del trabajo y de la vida, con ilusión y entusiasmo-, me ayudó en gran parte a darme cuenta de que los seres humanos tendemos a enfrascarnos en un estado de status quo que puede provenir de entre muchos otros factores, de nuestro guión de vida, que según Eric Berne (1910-1970) es un plan de vida personal, que un individuo decide de manera inconsciente muy temprano en la vida, basándose en su interpretación de los eventos internos y externos que lo afectan y que nos puede inhibir a realizar ciertas acciones que aunque nos satisfagan mucho más que las que normalmente hacemos, como no van acorde con nuestro guión de vida, nunca llegamos a realizarlas y esto nos puede llevar a sentirnos un poco desdichados y sin nosotros mismos saber el porqué.
Lo que Valls menciona acerca de este aspecto, es que las decisiones que me lleva a tomar hoy mi guión de vida original son las mejores que yo podía tomar de niño en aquellas circunstancias, pero que sin embargo, mi mejor decisión de ayer -efectuada por un niño en un mundo de gigantes- me puede estar limitando ahora como adulto.
Y en realidad esto es cierto, ¿Cuántas personas no han optado por ejemplo, por estudiar una carrera en específico, por satisfacer a su familia o a un grupo social, por ser ésta la mejor opción en el mercado que le garantizaría un buen y estable salario, y sin embargo, no era esa la profesión que realmente querían, pero que de todas formas decidieron comenzar para no cambiar ese guión de vida que ya traían pre-establecido?
Estoy segura que habrán oído historias de personas que exclaman frases como: Trabajo es trabajo, ¡Por lo menos tengo un trabajo!, Quiera o no, tengo que hacerlo, o Siempre quise ser dentista pero termine siendo…, y así hay innumerables casos de individuos que puede que ni se hayan puesto a analizarlo de esta forma pero que ese guión de vida que fueron escribiendo de niños domina actualmente gran parte de su vida, de su actuar y puede impedirles hacer lo que realmente les place con tal de no salir de ese status quo que mencioné anteriormente.
Pues bien, si es cierto que nuestro guión de vida lo traemos desde pequeños y ha marcado parte de nuestra vida, pero también es verdad que si este guión de vida -como lo llama Valls- es disfuncional; es decir, me lleva a hacer cosas que no responden a mis deseos basados en necesidades propias, verdaderas y genuinas, ya sean de orden mental, emocional, físico o espiritual, nosotros como seres libres de conducirnos de una u otra forma, podemos reescribir ese guión, moldearlo a como nosotros sentimos que es mejor, y así incrementar nuestro bienestar, nuestra ilusión y nuestra motivación.
El poder de nuestros genes
Otro de los factores mencionados por Valls que nos lleva a mantener ese estado de inercia y en muchos casos desmotivación, son los genes, los cuales tienen un peso específico e influyen inevitablemente en cierta parte en nuestra mayor o menor satisfacción y bienestar.
Gran parte de los rasgos personales de cada uno son determinados por la genética y en muchas ocasiones provocan que ciertos tipos de conductas ante determinadas situaciones no sean producto más que de la herencia de genes de nuestros antepasados. Sin embargo nosotros también tenemos el poder y la capacidad para transformar las circunstancias e influir en los aspectos de nuestras vidas en los cuales no nos sintamos a gusto, solo falta aprender cómo motivarnos para lograrlo.
Es de utilidad preguntarse: ¿Soy hábil automotivándome?
Uno de los puntos que Valls menciona en su obra, es el de ¿Cuán hábil soy motivándome?, y a éste respecto puedo decir que gran parte de la respuesta a esta interrogante se encuentra en el hecho de que nosotros mismos nos demos cuenta de, ¿Qué tan satisfechos o que tan insatisfechos nos sentimos con lo que hemos conseguido hasta el momento?, ¿Qué tan motivado me siento para realizar mi trabajo?, ¿Qué me incita a hacer lo que hago?, ¿Es acaso porque las circunstancias me llevaron hasta dónde estoy hasta el momento y me resigné a lo que soy, o porqué realmente lo que soy define verdaderamente lo que siempre he querido y deseado para mí, en todos los ámbitos de la vida?.
El punto aquí es encontrarle un sentido a lo que realizamos, adquirir la conciencia de que somos capaces de conseguir resultados concretos; ya que como lo dice Valls en muchas ocasiones por más que hacemos, nunca terminamos de llenar nuestro vacío, es decir, no logramos ser plenamente felices; y es nuestra responsabilidad por lo tanto darle una orientación positiva a lo que hacemos y automotivarnos, ya que entre más sentido tenga lo que hago, más motivado estaré para llevarlo a cabo.
Muchas veces ni siquiera tendemos a pensar por qué hacemos las cosas, simplemente el día a día nos lleva con la corriente y nos impone las razones para hacerlo, que al final terminamos aceptando y que nos restan ilusión, intensidad, interés y motivación.
¿Qué podemos hacer para motivarnos?
Según mi análisis de esta obra, no hay nada perdido, si no nos sentimos lo suficientemente motivados en lo que somos y hacemos en nuestras vidas, el autor nos brinda dos elementos claves para conseguirlo:
1. El aprender a descubrir mis talentos o habilidades naturales para desenvolverme en cualquier aspecto y potenciarlas, y;
2. El de formarme, es decir; el de adquirir nuevos conocimientos y habilidades que me redireccionen hacia lo que verdaderamente me satisface.
Con respecto a los talentos que cada uno como persona posee puedo decir que si por ejemplo en el ámbito laboral, no existe un puesto personalizado para cada persona para satisfacer las necesidades y deseos únicos de cada individuo, si estamos en la capacidad de reconocer dónde y en qué podemos maximizar nuestra eficiencia y sentirnos más a gusto para así vivir de una manera más saludable, satisfactoria y feliz.
En relación a lo de formarnos, se puede decir que si seguimos haciendo lo que habitualmente hacemos, seguiremos obteniendo lo mismo (Covey, 1994), es decir, si doy por un hecho que en realidad hay un vacío en mi vida, que lo que hago actualmente no me está satisfaciendo y no me siento motivado, tal vez ya no puedo adquirir un talento porque éste es una habilidad innata, pero sí puedo aprender nuevas habilidades que no me hagan quedarme estancado en un ritmo de vida que no me llena, y encontrar así la pasión de mi vida que me permitirá alcanzar un nivel superior de felicidad.
Y ¿cómo logro todo esto?, primero que todo debo plantearme objetivos que sean acordes a nuestros deseos, acostumbrarnos a pensar en términos de objetivos es algo imprescindible para lograr motivarnos, ya que si sabemos lo que queremos lograr y es algo que nos gusta nos sentiremos motivados a encontrar los medios para alcanzarlo y no descansaremos hasta conseguirlos.
Éxito=Pensamiento Intencional Focalizado y Autoconocimiento
El autor nos comparte la siguiente frase: el éxito es igual a tener un pensamiento intencional focalizado, ¿Cómo podemos interpretar estas palabras?, pues puedo plantearme metas en los distintos ámbitos de mi vida, que pueda cuantificar, que sean retantes y que me motiven a lograrlas. De esta forma mi vida va enfocada hacia el logro de estas metas, de manera que le termino dando un sentido a mi vida que me hace sentirme motivada, y que además una vez que las consigo me sentiré satisfecha por haberlas logrado.
Pero, una vez que llegué a ese punto, ¿qué sigue? Esto puede convertirse también en un ciclo que al final termine por aburrirme, sin embargo la dinámica de todo está en la base de las posibilidades y expectativas de crecer personal y profesionalmente que yo como persona tenga y unido a mi sintonía personal con lo que hago, a mi grado de satisfacción, a mis rasgos personales y a mi guión de vida.
Un aspecto importante que influye también en nuestra motivación, el querer salir del famoso status quo o zona de confort y plantearnos nuevos objetivos de acuerdo a nuestros ideales, es la carencia o presencia de autoconocimiento, ya que entre más conscientes seamos de nuestros rasgos personales, de lo que queremos de la vida, más fácil nos será encontrar esas formas de motivarnos, y ajustar las circunstancias a nuestra individualidad.
Eliminando las frases y actitudes negativas en nuestra vida
Debemos desechar los malos hábitos, las frases negativas de: No puedo, Igual sé que no lo voy a lograr, Mejor ni me arriesgo; y realizar un autodiagnóstico sobre en qué estamos bien con nosotros mismos y en que no.
Dejemos de vivir en el pasado, abandonemos la autocompasión o la búsqueda de soluciones mágicas; recordemos que la única persona que puede hacer algo decisivo para cambiar hacia un mejor rumbo somos nosotros mismos.
Valls menciona que existen una serie de aspectos que no nos permiten motivarnos aunque lo que hagamos personal y profesionalmente nos guste, entre esos están el hecho de si personal y profesionalmente no me esfuerzo en identificar mis talentos, en ampliar constantemente mis conocimientos y desarrollar habilidades, si en mis relaciones personales y profesionales doy demasiado, o demasiado poco, si lo que busco es acaparar posesiones materiales sin importar lo que cueste o si me planteo objetivos excesivamente ambiciosos.
Pues bien, considero que a raíz de estos aspectos mencionados anteriormente es muy obvio que por más que intentemos motivarnos en lo que hacemos, siempre sentiremos que algo nos falta, o que damos más de la cuenta y no lograremos ser felices de esa forma, al contrario debemos actuar siempre con humildad, no ser opulentos, tratar de mejorar continuamente en todo y buscar siempre un principio de equidad en nuestras relaciones sociales.
Recopilando…
Debemos desechar de nosotros mismos todos los patrones mentales que nos desmotivan, que nos hacen sentirnos insatisfechos con nuestras vidas y que solo nos traen preocupaciones y desilusiones. Como lo dice Valls, dejar de rememorar fracasos del pasado y ver nuestros errores únicamente como experiencias, aumentar la confianza y crear un concepto alto de nosotros mismos que aumenten nuestra autoestima y no alimentar los pensamientos y actitudes negativas que nos inhiben a cambiar
Finalmente, ¿Cómo aprendemos a ser felices en todos los ámbitos de nuestras vidas?, por medio del arte de autoconocernos, de potenciar nuestros talentos, desarrollar nuevas habilidades y sobre todo, manteniendo siempre un deseo auténtico y profundamente arraigado de logro y progreso personal que nos proporcione ilusión, entusiasmo, motivación y disfrute propios del éxito y crecimiento personal y profesional sin fin, y yo agregaría una última que es… ¡Creer en nosotros mismos!; así como lo escribió el señor Antonio Valls: la fuerza en sí misma de nuestro deseo es la última prueba que necesitamos para saber que podemos conseguir nuestras metas; cambia tu verdad y cambiarás tu vida.
Elmer Saldaña C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario